Hoy propongo no pensar y buscarnos un lugar porque el infierno es solitario... acuéstate en la cama.
Junto al mundo está tu piel y en las sábanas de hotel escribes tarde mi obituario... mi muerte te reclama.
Nos comienza a amanecer y tus manos de mujer curan mis vicios más secretos... las cosas son más obvias.
Ya no sé bien que es verdad o si fue casualidad que se perdieran los libretos de mis filias y tus fobias.
Tal vez vuelva el cazador cuando acabe el temblor con su sonrisa inevitable... escríbeme un poema.
No es algo personal, el principio o el final en el camino interminable... en la noche que nos quema.
Contigo soy culpable e inocente,
amarte es una crisis permanente.
Me clavas los recuerdos en la frente,
amarte es soñar por accidente.
Los juegos de la calma y de lo urgente,
amarte es fallar perfectamente
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