LO "NORMAL" EN PSIQUIATRÍA

            “La normalidad es otra excusa más para la sorpresa”
Fran Baylon

 
El verdadero quehacer psiquiátrico es muy complicado. Complicado de definir y complicado de ejercer. En gran medida porque su quehacer es el Ser. Si, el ser humano en toda su complicada y particularísima expresión. Los seres humanos podemos ser lo más simple y complicado, lo más ordenado y caótico, lo más común y extraordinario. Sin embargo, la tendencia es a encasillar o “normar” las conductas, los sentimientos y las expresiones. Reduciendo al ser humano a una estadística, a ser un lugar en la campana de Gauss.
 
Desde una visión meramente estadística de la normalidad, la palabra “normal” indicaría la conformidad con la regla, aquello que no se aparta del promedio. Desde un punto de vista psicológico, implicaría que las variables psicológicas están distribuidas de manera normal en la población general. Considero que estos criterios cuantitativos antemencionados son muy difíciles de aplicar al ser humano. Más aún cuando hablamos de aspectos de Salud Mental como la depresión, la ansiedad y principalmente los Trastornos de Personalidad. Jaspers en 1946 sostenía que “al interrogante cuánto y por qué son anormales los caracteres no hay ninguna respuesta posible. Tenemos que estar conscientes de que lo “anormal” no es una comprobación efectiva sino una valoración”. Existe el riesgo de confundir lo “normal” con lo que se considera habitual. Las manifestaciones psicológicas por ejemplo, no pueden simplificarse a medidas cuantitativas salvo muy excepcionalmente. Además, no puede pensarse que algo por ser común sea siempre normal.
 
Es un hecho que nuestros manuales diagnósticos son necesarios para hablar el mismo idioma entre los psiquiatras. Sin embargo, en el caso de ciertos trastornos como los de personalidad los manuales aceptan que este diagnóstico no es objetivo sino que se trata de una construcción social. La idea general de normalidad como aquello que se adapta a costumbres y comportamientos típicos de la cultura y la patología como comportamientos atípicos o distintos, se conserva para los trastornos de la personalidad e influyen en su diagnóstico. Este reconocimiento supondría ventajas y desventajas. Por ejemplo en una sociedad que valore el individualismo, el éxito personal y menosprecia la dependencia, es probable que se necesiten rasgos mucho más intensos que en otras sociedades para identificar a una personalidad narcisista.
 
Por lo anterior considero que le urge al quehacer psiquiátrico ampliar su conceptualización de lo “normal” y de lo “patológico”. Esto solamente puede ser si el concepto de normalidad no solamente se basa en los aspectos estadísticos, sino que pueda ser nutrido por aspectos socioculturales, legales, subjetivos y biológicos.
 
Con respecto a los aspectos socioculturales puedo decir que son fundamentales a la hora de valorar la salud y la enfermedad mental. En diferentes épocas y distintas culturas han entendido diferentes estados del individuo como patológicos o normales. La conducta desadaptativa es considerada en un determinado contexto cultural.
 
Los aspectos legales no son propiamente psicopatológicos, pero definitivamente no pueden ser desconocidos en la práctica de esta disciplina. Es un hecho que casi todas las leyes toman en consideración la conciencia del acto y su significación para determinar la imputabilidad.
 
Hablando de los aspectos biológicos, hablando, por poner un ejemplo, específicamente de los trastornos de personalidad, estos aspectos han adquirido una importancia creciente en su etiología sin dejar de lado obviamente los otros factores que están en juego.
 
Los aspectos subjetivos implican reconocer el sufrimiento o malestar personal así como la posible petición de ayuda. El sentimiento subjetivo de malestar puede ir desde la angustia o la culpa hasta un sentimiento mas inespecífico e indefinible. Esto incluye a los trastornos “egosintónicos” en los cuales se parte de la idea que los sujetos no tienen conciencia de su estado ni de su trastorno. Sin embargo, esto no implica que no sufran las consecuencias de su trastorno.
 
Hoy en día resulta claro que es muy difícil establecer el punto en que lo “normal” se torna “patológico” y que incluso sujetos que sufren un trastorno, pueden presentar aspectos relacionales, cognitivos y emocionales que resultan adecuados y adaptativos.
 
Es evidente que lo normal y lo anormal siguen siendo conceptos que se nos dispersan. Sería oportuno adquirir conciencia de su complejidad y de la dificultad para establecer parámetros universales.
 
Ahora bien no es cuestión de llegar a los extremos absurdos de la antipsiquiatría y postular que no existe lo normal ni lo anormal. Solemos fluctuar entre dos inclinaciones opuestas: una que se empeña en intentar conservar los privilegios de un supuesto ideal de normalidad y por otro lado un rechazo hacia este término por considerarlo opresivo.
 
Por lo anterior considero que deberíamos redondear el concepto de normalidad a cada sujeto, es más casi a cada conducta o cada emoción. Así hablaríamos de una especie de normalidad ajustada a la medida. En la que, definamos lo normal y patológico en base a aspectos socioculturales, legales, biológicos, subjetivos y ciertamente estadísticos. Saber en base al Vínculo que se establece, lo que cierto ser humano en un momento histórico, en una cultura específica, con sus capacidades biológicas y sin faltar a la ley puede considerar como normal.

Frase 19

La fantasía inconsciente de hoy, es la realidad
psicológica de mañana.

Frase 18


El delirio es un olvido disfrazado

Frase 17

No hay amores incondicionales,
solamenmte hay amores correspondidos.

Frase 16

Hacer lo que uno quiere, está motivado por el corazón.
Hacer lo que uno debe, está motivado por la obligación.
Hacer lo que uno puede, está motivado por la capacidad.
Hacer lo que uno quiere, puede y debe, está motivado por la razón.

Frase 15

Si somos en la mirada y en el discruso del otro, habremos de preguntar ¿Cómo nos vemos y qué decimos de nosotros mismos?

Ya No Hizo Falta Más


Todo estaba insoportable y al ser yo hombre de ciencia fui a dictar mi conferencia sobre “ser muy irritable”. Así que nadie me hable del hogar y de la paz, si ella pudo dejarme en la cornisa, le dediqué una sonrisa y ya no hizo falta más. 

Mientras yo pontificaba sobre “el trato distintivo”, empecé a sentirme vivo al sentir que una mirada que en mi boca se posaba desde la fila de atrás y sintiéndome locuaz yo seguía oficiando misa, me topé con su sonrisa y ya no hizo falta más.

Ya la fiesta había acabado hacia la quinta cerveza. Tu vivías en la Condesa, yo juré no haber tomado. Nos hallamos lado a lado en el asiento de atrás de una carcacha Topaz. Pregunté si tenías prisa, me topé con tu sonrisa y ya no hizo falta más.

Frase 14


La independencia radica en reconocer lo que necesito y saber que puedo perderlo.

Frase 13

La codicia y la receptividad le abren el camino a la seducción.

Marchita

Marchita: eres la paz de un bombardeo, eres mi flor favorita, donde busco y no veo si es maldita yo le creo a la ciudad. Mis huellas van recordando su infancia, van persiguiéndose entre ellas donde "el siempre" es la distancia en la bella ignorancia de su edad. Batalla: luchando jalo la cuerda, luchando arrojo la toalla para sacarme de esta mierda que me estalla por la izquierda y soledad. La calma es caminar en la orilla, es la tormenta del alma de una larga pesadilla que tengo en mi palma. Qué sencilla es la verdad!

Frase 12


Se necesita mucha originalidad para ser infeliz. Porque todo infeliz lo es a su manera.

Frase 11

Solamente se es fuerte en la medida que me acepto débil. Somos todo lo que mostramos pero también todo lo que ocultamos.

Frase 10

El olvido es una especia de asesinato.

Frase 9

No hay finales felices; hay principios felices.

Sin Tiempo y Sin Melancolía

Amo tu hambre de loba, amo tus garras,
tu violencia de orquídea y tu ternura.
Te amo por canción si te desgarras,
amo tu paso en mis guitarras,
porque eres luz y eres oscura.


Te quiero ceniza de mi urna
porque me pierdo si no tomo tu dedo,
y por tu figura íntima y nocturna,
por ruidosa y taciturna,
porque quiero y porque puedo.


Te quiero por un tiempo no medible,
tiempo sin tiempo y sin melancolía.
Como un amanecer que es invencible,
quererte más es imposible
y te quiero más cada día.


Amo la paz de tu mano que construye,
amo tu boca llamándome en silencio.
Te amo como un río que nos fluye,
amo tu risa si me incluye.
Te amo, es todo, lo sentencio. 

Frase 8

La rebeldía precede a la libertad, pero la rebeldía que no contruye algo mejor se convierte en un acto estéril. 

Frase 7

El rol del padre ha dejado de ser una autoridad, ha dejado de tener el derecho absoluto para con los demás miembros de la familia y ha dejado de ser el jefe de la misma. Todo esto para volverse un compañero de la esposa y un amigo de sus hijos.