Conjuro


Por la naturaleza voayerista de la hormiga, por la resignación que hace volar a tanto colibrí, por lo más pragmático de una piedra y una liga, suprimo la razón ante el silencio que derramas en mi.
Yo hijo del azar, te condeno a ti, mujer de luz, a protagonizar mi historia, el arco y la voz. Soy gigante y soy molino, soy la lanza y soy la cruz. Eres felicidad en el surrealismo entre los dos.
¿Para qué el separar al canto en trova y animal? ¿Para qué el categorizar las mañanas, los perdones y el sol? Es casi como pensarte y no pensarte entre sal, casi, casi como amarte amarrarte y darle fuego al alcohol.
¡Cómo quema, la palabra del poema que me escribes con lenguas de marfil¡ ¡Cómo pesa, en mi espalda esta presa que he cazado con lenguas del edén! Bajo laicas vainillas del abril la serpiente se incluye ahí también.

No hay comentarios: