No te imaginas lo que me cuesta decirte que no.
Preferiría esas malditas palabras de amor.
Pero tu miedo pesa más
y todo el resto queda atrás.
Y te agradezco por quitarme la fe
en mi sagrada soledad
y por los besos que en tu boca inventé
forjando la realidad.
Pero si no vas a volver,
no son cimientos sino tumbas
las ventanas,
las mañanas blancas
y la niebla,
que si están cerca
se despiertan con la luz.
La presa vuela
si la mano tiembla
en el pasado ya clavado en una cruz.
Y no preguntes si es factible el sobrevivir
en esta historia que los poetas no van a escribir.
No tengo ganas de inventar otro pretexto para amar.
Y no hay motivo de decir nada más
que las canciones que te di
no volveremos a cantarlas jamás,
existen para mi.
Pero si no vas a volver,
no son cimientos sino tumbas
las ventanas,
las mañanas blancas
y la niebla,
que si están cerca
se despiertan con la luz.
La presa vuela
si la mano tiembla
en el pasado ya clavado en una cruz.
Preferiría esas malditas palabras de amor.
Pero tu miedo pesa más
y todo el resto queda atrás.
Y te agradezco por quitarme la fe
en mi sagrada soledad
y por los besos que en tu boca inventé
forjando la realidad.
Pero si no vas a volver,
no son cimientos sino tumbas
las ventanas,
las mañanas blancas
y la niebla,
que si están cerca
se despiertan con la luz.
La presa vuela
si la mano tiembla
en el pasado ya clavado en una cruz.
Y no preguntes si es factible el sobrevivir
en esta historia que los poetas no van a escribir.
No tengo ganas de inventar otro pretexto para amar.
Y no hay motivo de decir nada más
que las canciones que te di
no volveremos a cantarlas jamás,
existen para mi.
Pero si no vas a volver,
no son cimientos sino tumbas
las ventanas,
las mañanas blancas
y la niebla,
se despiertan con la luz.
La presa vuela
si la mano tiembla
en el pasado ya clavado en una cruz.
1 comentario:
Es excelente, tan lindo y tan intenso, y finalmente ahora tan cierto.
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