MI PRINCESA

El mejor lugar de tu corazón
es para extraños,
como una adicta a la distorsión
recuentas los daños
y en la calle nadie sabe tu nombre,
si te pintas el pelo,
si ves en blanco y negro,
si te matas poco a poco de hambre,
si compones el duelo
entre adagio y alegro.
Nadie te quiere escuchar,
te queda poco que ocultar
mi princesa.

Solamente donde existe el amor
es donde puedes hallarlo,
pidiéndole permiso al dolor
para poder visitarlo
y te falla más y más la memoria
y ya no te persigue
como antes lo hacía
y le ruesgas clemencia a tu historia
que ya no te castigue
en tu casa vacía.
Nadie te quiere escuchar,
te queda poco que ocultar
mi princesa

Tu destino casi siempre es al sur
y te diriges al norte.
Buscando el peligroso albur
aunque ya no te soporte
y te levantas como todos los días
y te mientes un poco
y te calmas de veras.
Coqueteas con el tiempo y te lías
un cigarro barroco
y ni así te sinceras.
Nadie te quiere escuchar,
te queda nada que ocultar,
mi princesa